La era digital ha declinado la balanza hacia las tarjetas de crédito, bizum y otras app de pago, relegando al dinero en efectivo a un segundo plano en nuestras compras. Acostumbrados a esto, tras pedir la cuenta en un bar o restaurante, nos asalta la gran pregunta: “¿pueden exigirme a pagar en efectivo? ¿Y si no llevo “suelto”?”
Aquí debemos detenernos y pensar en que, hoy día, todavía muchos establecimientos se aferran a la antigua tradición del efectivo como única forma de pago. Veamos qué dice la ley al respecto y qué debemos hacer ante esta situación.
¿Pago en efectivo o con tarjeta? Preferencias del Consumidor
En el actual contexto, los consumidores se inclinan mayormente hacia modalidades de pago digitales, destacando su conveniencia y rapidez. Las tarjetas de crédito y débito, así como aplicaciones de pago móvil como Bizum, son los métodos preferidos, evidenciando un notable descenso en el uso del efectivo.
La digitalización del pago permite a los consumidores llevar a cabo transacciones de manera más eficiente y segura, proporcionando también una experiencia de compra más fluida y satisfactoria.
Esta preferencia por los pagos electrónicos impulsa a los comercios, en especial a restaurantes y bares, a adaptarse, diversificando sus métodos de pago para cumplir con las expectativas y demandas de los consumidores modernos, quienes buscan opciones de pago que se alineen con un estilo de vida digital y conectado.
Pero, ¿Qué sucede cuando en un bar no aceptan pagos digitales o me obligan a pagar en efectivo?
¿Qué Dicta la Legislación Española?
La legislación española, específicamente el Real Decreto-Ley 19/2018, establece normativas claras respecto a transacciones en efectivo. Este decreto determina que, si el importe de la operación es menor a 30 euros, el comercio sí puede optar por exigir el pago en efectivo.
Esto significa que, en teoría, un bar o restaurante está en su derecho a negarse a aceptar pago con tarjeta para cuentas de bajo importe. Esta disposición concede cierta flexibilidad a estos comercios locales, permitiéndoles gestionar mejor las pequeñas transacciones.
No obstante, en casos donde la cantidad supere los 30 euros, y el establecimiento disponga de opciones de pago electrónicas, están obligados a aceptar las preferencias del consumidor.
La Importancia y Obligatoriedad de Informar
Como acabamos de ver, los bares y restaurantes están obligados a aceptar pagos con tarjeta en compras superiores a 30 euros siempre que éstos admitan esta modalidad, pero también, es posible encontrar un establecimiento que opte exclusivamente por modalidades de cobro en efectivo y NO admita estos métodos de pago.
En tal caso, el local está obligado a informar de manera clara a los clientes mediante la colocación de carteles o letreros bien visibles en el local, indicando sus políticas de pago.
Estos carteles deberán estar ubicados en lugares estratégicos fáciles de ver para los clientes, como cerca de la caja registradora o en la entrada del establecimiento. Esta medida es para asegurar que los consumidores estén debidamente informados antes de realizar una compra o consumir en el lugar, evitando malentendidos o situaciones incómodas al momento de pagar.
Derechos del Consumidor ¿Qué hago si no me dejan pagar con tarjeta?
Los consumidores tienen derechos claros en relación con los métodos de pago aceptados en los establecimientos comerciales. Si un bar o restaurante se niega a aceptar tarjetas como forma de pago para cuentas grandes de más de 30 euros, los clientes pueden tomar medidas.
En estos casos, es posible denunciar la situación a las autoridades correspondientes, es decir, a la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición. Otra opción más rápida, es solicitar una hoja de reclamación al local donde indicar lo sucedido y llamar a la policía para que acudan y tengan constancia.
Cabe señalar, que estas represalias son válidas si el local se niega aun admitiendo pagos digitales o si no tiene ningún cartel visible donde especifique lo contrario.
¿Por qué los Bares prefieren el Pago en Efectivo?
Entender por qué prefieren el efectivo algunos establecimientos puede ayudar a arrojar luz sobre esta práctica. En muchos casos, los bares y restaurantes optan por el efectivo, sencillamente, por razones logísticas.
El uso de terminales de pago con tarjeta (datáfonos) conlleva costes asociados, como comisiones bancarias, que pueden reducir los márgenes de beneficio cuando las cuentas son pequeñas, como por ejemplo, un café.
Es por ello que algunos lugares, para compensar estos costes, establecen un precio mínimo para pagar con tarjeta, asegurándose de que la transacción sea rentable. Pero ¡cuidado! Lo que no pueden hacer bajo ningún concepto es cobrarle la comisión del pago digital al cliente.
Otra razón por las que los bares prefieren cobrar en efectivo, es porque muchas veces, el procesamiento de pagos con tarjeta resulta más lento que las operaciones en efectivo, lo que puede generar retrasos en momentos de gran afluencia de clientes.
Esta situación es habitual, sobre todo, en locales que cuentan con cajones inteligentes de cobro como CashProtect para gestionar el efectivo, puesto que, gracias a su modalidad de cobro o autocobro automatizada, rápida y precisa, la elección de aceptar solo dinero efectivo les ayuda a mantener la eficiencia en el servicio sin contar los múltiples beneficios como la detección de billetes falsos o robos.
Reflexión Final
Aunque la circulación del efectivo no ha desaparecido totalmente, vivimos en una sociedad que se inclina cada vez más hacia los pagos digitales. Lo ideal es que los establecimientos, especialmente restaurantes y bares, se adapten a estas tendencias, ofreciendo diversas modalidades de cobro o pago para garantizar la satisfacción del cliente.
Asimismo, es importante conocer los derechos tanto del consumidor como los de los comercios para no llevarnos ninguna sorpresa a la hora de pagar la cuenta en un restaurante. Al mismo tiempo, restaurantes y bares tienen que asumir su responsabilidad de informar acerca de sus métodos de pago y adherirse a la legislación vigente.
Lo mejor es tener en la cartera o monedero tus tarjetas de crédito o débito sin olvidar la ventaja de llevar billetes y monedas para estar bien preparado ante cualquier situación que te encuentres.