El núcleo de cada barrio está formado por los pequeños negocios. Desafortunadamente, y debido a sus características, a menudo enfrentan problemas para crecer y consolidarse. Lo cierto es que apoyar al pequeño comercio conlleva muchos beneficios para el propio barrio.

Si has vivido en algún lugar durante mucho tiempo, probablemente hayas conocido y frecuentado las tiendas locales, y por supuesto, a las personas que las regentan, haciéndote amigo de ellas debido a su trato cercano y amable, especialmente con la gente del barrio.

Sin embargo, estos pequeños propietarios de comercios locales tienen que lidiar para seguir pagando el alquiler, los costes de producción o productos y, ahora, luchar también contra la inflación.

Si no les apoyamos, al no tener ventas ni generar ingresos, los negocios locales se ven obligados a cerrar. Todas esas tiendas, cafeterías, heladerías, restaurantes y demás negocios que disfrutamos en nuestro barrio podrían desaparecer y dejar a nuestro barrio sin vida.

¿Por qué es importante apoyar al pequeño comercio?

Considera tu ciudad natal o vecindario actual, e imagina una calle importante. Ahora piensa en cómo sería ese lugar si no existieran los pequeños comercios. No hay duda que todo ese barrio perdería aquello que lo hace único y encantador en un instante.

Esto se debe a que los pequeños negocios aportan personalidad y singularidad a cada barrio. Estos comercios son como amigos ayudando a otros amigos, ya que todo mundo se conoce entre sí. Además, el pequeño comercio sirve a sus comunidades en una variedad de formas tangibles y verificables.

El carácter de un barrio es definido, sobre todo, por el comercio local que se encuentra en él. Ellos aumentan tu satisfacción general con el barrio y pueden aportar valor añadido a tu vivienda. Además, dependiendo de dónde se ubique el barrio, atraerán y mejorarán el turismo en la zona.

Y, es posible que no lo sepas, pero si gastas por ejemplo, 100€ en un comercio local, cerca de 68€ se quedan en tu comunidad. Hay otros beneficios de apoyar el comercio local, y de ello te hablamos a continuación.

Mayor participación de los propietarios en la comunidad

Los propietarios de los pequeños comercios participan con frecuencia en trabajo voluntario, donaciones benéficas, festivales y eventos comunitarios. Por ejemplo, un taller de reparación de frigoríficos podría financiar un equipo deportivo infantil local, u organizar una recolecta de basura en la comunidad.

También se sabe que muchos propietarios de pequeños negocios suelen donar a organizaciones benéficas locales. La mayoría de ellos se sienten orgullosos de vivir y trabajar en sus comunidades, haciendo que sus vecindarios sean un poco más prósperos.

Independientemente de los productos o servicios que proporcione, construir la reputación de un pequeño comercio mediante voluntariado y la participación de la comunidad, a menudo es la promoción más efectiva que se puede obtener.

Sin embargo, se requiere más que donaciones para crear un entorno que apoye a los pequeños negocios. El tiempo de calidad y la transferencia de información a veces pueden ser igualmente efectivos para fomentar el desarrollo comunitario.

Algunos emprendedores pueden dar conferencias como invitados en colegios en la comunidad, inspirando a que más gente se anime a emprender.

Apoyar al pequeño comercio permite crear una identidad comunitaria

Otro beneficio de apoyar al pequeño comercio tiene que ver con crear una identidad comunitaria. Si hablamos de la materia prima con la que se elaboran algunos productos, muchos alimentos frescos de diferentes regiones se reflejan en los restaurantes operados localmente.

Muchos restaurantes ubicados en los barrios, ofrecen frutas y verduras frescas, además de carnes de animales criados localmente. Todos estos pequeños comercios tienen una personalidad única que refleja la particular admiración del chef y propietario por la comunidad.

Las pequeñas empresas locales, que van desde el comercio minorista hasta los servicios profesionales, representan el carácter de una ciudad. Por lo tanto, los turistas pueden descubrir el vecindario caminando a través de una calle llena de pequeños comercios, obteniendo una idea de sus valores e identidad.

Las zonas comerciales locales transitables permiten a los consumidores permanecer más tiempo e interactuar con sus amigos y vecinos. Ya sea que se trate de una modesta cafetería, o servicios bancarios, y municipales, son todos vitales para la vida diaria.

Cuando se crea un distrito comercial floreciente, proyecta vida y riqueza, lo que da como resultado una percepción favorable del vecindario o la ciudad en su conjunto.

Son una fuente de trabajo para los locales

En muchos países, el pequeño comercio genera dos de cada tres nuevos trabajos. Esto representa mucho más de lo que parece, ya que cada nuevo trabajo que se crea, significa que más personas no tienen que abandonar sus comunidades.

La gran mayoría de las personas migran de comunidades y pequeñas ciudades en busca de mejores posibilidades profesionales. Es más probable que la gente se quede en una ciudad donde los comercios locales son una fuente de trabajo.

Además, quienes trabajan en pequeños negocios, también pueden comprar localmente, con esto aseguran que se mantenga el flujo de efectivo de una comunidad. Por supuesto, las personas pueden trabajar más cerca de casa en lugar de trasladarse fuera de la ciudad, lo que mejora su calidad de vida.

Además, a muchas personas les gusta comprar y salir a comer cerca de su trabajo. Para quienes trabajan en su vecindario, esto puede implicar hacer las compras en las tiendas locales, almorzar o beber una copa después del trabajo en un restaurante local. El dinero permanece en la zona, y el entorno se vuelve mucho más activo económicamente hablando.

El pequeño comercio es respetuoso con el medio ambiente

La mayoría del pequeño comercio contribuye a revitalizar económicamente las comunidades de su zona de negocio. En este sentido, los edificios más antiguos en las ciudades, a menudo son remodelados y reutilizados para albergar negocios.

Todo esto es algo bueno, ya que se reduce el daño ambiental que pueden ocasionar nuevos proyectos de construcción. Sobre todo cuando se trata de tiendas multinacionales muy grandes con estacionamientos masivos.

Una estructura compacta también puede ayudar a proteger áreas ambientales sensibles y reducir el deterioro urbano. De hecho, se ha descubierto que los pequeños comercios en áreas transitables, o cerca de áreas residenciales, pueden reducir el uso del coche. Incluso pueden alentar a los compradores a andar a pie o en bici.

Por otro lado, las zonas para caminar y hacer compras al aire libre, ayudan a reducir las emisiones de los vehículos y mejoran la calidad del aire. Se reduce el tráfico vial, haciendo que las calles sean más seguras. Al mismo tiempo, se crea una mejor experiencia de conducción para los demás.

Adicionalmente, los sueños de los pequeños negocios que buscan un local, pueden aprovechar los edificios más antiguos, que agregan carácter y singularidad a su establecimiento.

Por si esto fuera poco, muchos propietarios de pequeños comercios utilizan materiales reciclados. En consecuencia, proteger el medio ambiente en el vecindario, es una forma indirecta de que estos negocios contribuyan a mejorar sus comunidades.

Mejora la economía de la zona

Uno de los más importantes beneficios de apoyar el pequeño comercio tiene que ver con lo que representan para la economía de la comunidad. Es decir, los negocios locales tienden a apoyarse unos a otros.

Por ejemplo, para gestionar las facturas y procesar las nóminas, un restaurante local puede requerir asesoría legal o los servicios de un contable. Un pequeño comercio dará a conocer intencionalmente a otros negocios locales para mejorar la economía de la zona e irse recomendándo unos a otros.

Apoyar las ventas de otros negocios fortalece los lazos en el barrio, y mantiene el dinero fluyendo en la zona. Apoyar el pequeño comercio, desde panaderías hasta kioscos de revistas, ayuda a que la economía se mantenga estable y que se vuelva menos vulnerable a la incertidumbre.

Además, el dinero que invierten estos pequeños negocios resulta clave para la creación de barrios prósperos y económicamente saludables.

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