El debate sobre el efectivo es un ejemplo perfecto de cómo los asesores pueden aportar valor a sus clientes. La respuesta a la pregunta «¿debo invertir en efectivo?» no es sencilla, pero para muchos ahorradores a largo plazo, todos los datos apuntan a que la inversión es la mejor opción.

Como asesor financiero, es posible que tenga clientes que se muestren reticentes a invertir en el mercado, especialmente ahora que los ahorradores en efectivo se están beneficiando de las mayores rentabilidades en casi dos décadas.

Por ello, he aquí cinco puntos clave a tener en cuenta al hablar con los clientes sobre el dinero en efectivo frente a la inversión.

Los riesgos de inmovilizar efectivo

Aunque un tipo de interés del 5% sobre el efectivo pueda parecer atractivo, conlleva sus propios riesgos. Estos tipos suelen estar disponibles para los inversores dispuestos a inmovilizar su dinero durante más de un año. Al inmovilizar su dinero en efectivo, los clientes no están expuestos a activos con un historial de superación de la inflación a largo plazo y corren el riesgo de perderse los periodos en los que las inversiones suben bruscamente, que suelen ser repentinos e inesperados. Perderse estos periodos puede mermar considerablemente la rentabilidad a largo plazo.

¿Es su cliente un inversor a largo plazo?

Si la respuesta es afirmativa, la historia sugiere que el efectivo no es el lugar adecuado para él. Si tenemos en cuenta los datos de EE.UU. desde 1926, el efectivo sólo ha superado la inflación en un 0,3%. En el mismo periodo, la renta variable ha superado la inflación en un 7% anualizado. Los datos también muestran que mantener las inversiones en renta variable durante largos periodos puede reducir en gran medida la posibilidad de que los clientes pierdan dinero. Si un inversor hubiera invertido sólo durante un mes en los últimos 100 años, habría perdido dinero en términos reales en torno al 40% del tiempo. Si hubiera invertido entre 5 y 10 años, este porcentaje se reduciría al 20%, y si se amplía a 20 años, no habría perdido dinero en ningún periodo ajustado a la inflación.

Por lo tanto, si su cliente tiene objetivos a largo plazo para su dinero, existe una clara justificación para invertir parte del mismo en renta variable, siempre y cuando está preparado para experimentar algunos altibajos por el camino. No obstante, tenga en cuenta que la rentabilidad pasada no garantiza la rentabilidad futura. El valor de las inversiones puede subir o bajar y es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.

Es difícil calcular el momento oportuno de entrar o salir del mercado

Uno de los aspectos más importantes de la inversión es dedicar tiempo a los mercados en lugar de intentar buscar el mejor momento para comprar o vender. La historia demuestra que intentar predecir el momento más oportuno para invertir es muy difícil y rara vez funciona a largo plazo.

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Fuente: Consenso del mercado.com